lunes, 29 de septiembre de 2008

Dime con quien andas

Con quien andas


Proverbios 24: 6

Porque con ingenio harás la guerra, y en la multitud de consejos está la victoria

Proverbios 25: 5

Aparta al impío de la presencia del rey, y su trono se afianzará en justicia.

Cuentan de un rey que heredó el trono de un talentoso rey de Israel, llamado Roboam. Su padre fué el brillante y conocidísimo rey Salomón. Pues éste Roboam se rodeó de consejeros jóvenes e inexpertos, quienes dijeron a Roboam que desoyera las súplicas de su pueblo, que le pedía que disminuyera en algo las duras cargas financieras que Salomón les había impuesto. Aunque los consejeros ancianos que habían servido a Salomón le habían aconsejado que respondiera al pueblo con palabras buenas y cordiales, Roboam decidió contestarles ásperamente, amenazándolo incluso con más impuestos.

Nos cuenta la historia que el pueblo se dividió entonces, quedando con Roboam solamente los hijos de Israel. Y aunque esa imprudencia costó una guerra a la otrora unida nación, el mal de la división había venido sobre ellos.

Y tú, querido lector, ¿con quien andas? ¿De quién recibes consejos? Si aquellos que te rodean son gente sabia, gente que te bien-aconseja, seguramente tus caminos prosperarán. Si, en cambio, haces como el rey de nuestra historia, pronto te desviarás. Antes de dejarte guiar, incluso antes de escoger a tus consejeros, a tus amigos, analiza sus vidas: cómo son, cuáles son sus inclinaciones, de qué platican, de quién se rodean, cuáles son sus ambiciones y logros. Porque andando con ellos, ten por seguro que te influenciarán, en poca escala o, mas bien, en grande monta. Tienes a tu alcance la palabra de Dios. Analiza primeramente qué tanto se dejan influenciar por ella. Y tu mismo, estúdiala siempre, pidiéndo el parecer del mismo Dios antes de decidirte por alguna opción.

No hay comentarios: